EXPERIENCIAS PERSONALES
El Carnaval de Cádiz dura todo el año
Me llamo Antonia Muñoz y voy a cumplir 94 años. Soy de Conil de la Frontera y aquí, en Cádiz, siempre estamos de carnaval. Dos de mis siete nietos están metidos en el Carnaval y desde septiembre están liados con nuevos temas y todo el verano también se lo han pasado cantando por las calles.
Conil es un pueblo muy turístico y cuando vienen extranjeros a ver el carnaval se lo pasan muy bien. Los veraneantes pudieron disfrutar del carnaval cerquita de la Torre de Guzmán.
Mi nieto el chico canta en una chirigota y el mayor saca las letras de una comparsa que todos los años va al Falla.
El febrero pasado mi nieto Daniel y sus compañeros de chirigota vinieron a cantar a nuestro centro. Le gustó a todo el mundo, y a mí me hicieron como un homenaje carnavalesco. Me pusieron ropas por encima, unas gafas tamaño elefante y algo en las manos que creo que era una copa de campeona. Me pasearon por todo el salón y a la par iban cantando. Yo me reía y saludaba al personal. Me sentí muy satisfecha y muy orgullosa de mis niños.
Cuando yo era joven me gustaba el carnaval tanto como a ellos. Me aprendía las letras de las comparsas y chirigotas de Conil y siempre andaba tarareándolas. Las chirigotas son siempre más alegres y van picando con sus cuplés. Las comparsas son más formales y sus críticas son más contundentes. También existen los coros donde hay mucha más gente; y los cuartetos que son más bien como un teatrillo.
Con esta lección del carnaval me despido. Animo a todos los lectores a que vengan a Conil, que les recibiremos muy bien y les aseguramos diversión.
Antonia Muñoz