EXPERIENCIAS PERSONALES
Coloridos arriates para los pimientos y tomates
Los usuarios de la Residencia Nuestra Señora de la Caridad de Sanlúcar de Barrameda han participado en la creación de su primer huerto urbano
Mari, la animadora del centro, nos pidió que hiciésemos unos arriates para sembrar judías, pimientos y tomates. Yo me ofrecí para ayudarle con el apoyo de otros compañeros. A mi manera, fue una forma de entretenerme. Cogí la brocha… ¡y a pintar se ha dicho!.
Eran tres formatos de madera basta, sin cepillar, que el chico de mantenimiento había reciclado. Decidimos pintarlos de tres colores: uno de verde, otro rosado y otro celeste.
Una vez que se acabó de pintar, plantamos entre todos la tomatera, pimientos rojos y verdes. Yo miraba lo que habíamos hecho y pensaba que estaban muy osos. Entonces a ”La Pepa” se le ocurrió decorar los dichosos arriates.
Me sentí feliz, pintaba todo lo que me venía a la mente (hojas, flores, guirnaldas y otros…). Un día y otro me levantaba y me ponía a pintar en ellos. Hacía tanto calor que me tenía que poner un toldo para que me quitase el sol.
Al final se me ocurrió que podía dibujar algo característico de mi pueblo e hice un dibujo de un langostino y de una botella de manzanilla. Pues sí, la manzanilla y el langostino, ¿cómo no? ¡Sanlúcar! Es su eslogan, su exquisitez. Pero ahí te fastidias, porque está pintado y no te lo puedes comer, nos tendremos que ir a Bajo de Guía para poderlo hacer.
Autora: Pepa Gómez