Fundación Vita, situada en Chipiona, es una entidad convencida de la necesidad primordial de trabajar para cubrir las múltiples necesidades demandadas por la población mayor. Para ello quiere ser parte activa en uno de los ciclos vitales más significativos de la persona, contando con aulas de estimulación cognitiva y entrenamiento en memoria, actividades de mantenimiento físico y fomentando una vida cultural y social más activa para nuestros mayores.

Es por eso que celebrar el Día Internacional del Mayor es un día marcado en nuestro calendario año tras año. En esta ocasión son ellos los que quieren que sus voces sean una sola, que muestren a través de una carta, algo tan común y ya casi olvidado, sus sentimientos, deseos y demandas. Porque tiene derechos a que sean escuchados y que todos conozcan sus sentimientos.

Sin más agradecemos a todos nuestro mayores el haberse implicado al máximo en esta actividad, quedando en nuestro corazones cada frase, cada palabra. Significa tanto. Significan tanto.

Queridos amigos

Cumplir sesenta, o setenta u ochenta no hace pupa. cuando yo cumplí setenta, comencé a vivir una segunda juventud. Los mayores somos una colección de historias, de recuerdos, de emociones y también de ilusiones que permanecen. Somos una enciclopedia deseando dar respuesta a vuestras preguntas. Somos una pregunta esperando obtener tu respuesta. Lo más importante es no perder nunca la ilusión, las ganas. Por aprender, por salir de casa, por hablar. Por conversar. ¡Qué importante es mantener una conversación y cuánto lo olvidamos a veces!

Hoy día, vemos que nuestro entorno se comunica de muchas formas. También con las nuevas tecnologías, pero se olvidan de quiénes más lo necesitamos: los mayores. Hablar con los jóvenes nos llena de ilusión y nos hace sentirnos útiles. Tenemos mucho que dar. Una de las cosas que más nos llena es cuidar de nuestros hijos, y ahora ya de nuestros nietos. Esa es una gran satisfacción. Somos importantes. Y lo hemos demostrado. Tuvimos fuerzas para dejar el colegio  y trabajar para sacar adelante nuestra familia en tiempos difíciles. Y lo mismo hemos hecho ahora que la crisis se nos ha venido encima. Hemos dado cobijo a nuestros hijos, y pan a nuestros nietos. Sin importar si eso requería quitárnoslo a nosotros mismos.

Nos llaman mayores. Pero no somos viejos. Que no. Que no somos viejos mientras tengamos sueños, mientras nos despertemos con algo que hacer. Mientras actuemos en consecuencia y un consejo nuestro sirva para algo. Nuestra vida no ha sido sencilla. Por eso más fuertes que un roble. Porque sacamos fuerza cada día para luchar. Luchar. Y seguir Luchando.

Nosotros tenemos valor. Y tenemos valores que están ahí, esperando a que la gente sea capaz de verlos. Queremos que la sociedad nos mire y sepa lo importante que para nosotros es sentirnos activos física y mentalmente. Que sepa que puede contar con nosotros para lo que necesite. Y que cuente con nosotros. Que hemos dado la vida porque vivieran mejor las generaciones que han venido tras la nuestra, y que también reclamamos que cada uno haga lo que pueda porque vivamos un poquito mejor.

Porque somos importantes. Porque, queridos amigos, estamos aquí. Escuchadnos. Valorarnos como nosotros valoramos cada pequeña cosa que nos ha dado la vida, esa que tanto nos ha hecho luchar y nos ha dado muchos pequeños premios. El compartir esta carta con vosotros, es uno de ellos.

Estamos aquí. Ya lo ven. Estamos vivos.

NUESTROS MAYORES