EXPERIENCIAS PERSONALES
La mariposa y el niño
Gracias a mi abuela aún recuerdo la poesía
Me llamo Isabel Gomez Medina y tengo 90 años. De niña, casi todos los días acudía a casa de mi abuela porque me encantaba pasar las horas con ella. Para mantenerme entretenida, siempre me recitaba poesías que yo después repetía. Poco a poco me las aprendí y a día de hoy no se me han olvidado. Entre todas, la que más me gustaba era una que se llamaba la mariposa y el niño y con mucho gusto la compartiré con ustedes:
– El niño:
Mariposa valgarosa rica en tinte y en donaires ¿Qué haces tú de rosa en rosa de qué vives en el aire?
– Mariposa:
Yo de flores y colores y de espuma de la fuente y del sol resplandeciente que me viste de colores.
– El niño:
¿Me regalas tus dos alas? Son tan lindas que te las pido, deja que adorne mi vestido con las pompas de tus alas.
– Mariposa:
Tú, niñito tan bonito, tú que tienes tantos trajes, por qué me quitas un ropaje que me ha dado Dios bendito. De qué alitas necesitas, si tu vuelas, cual yo vuelo. Que me restas bajo el cielo si a mi todo me lo quita.