En la Residencia de Mayores “Las Canteras” de Puerto Real, Cádiz, usamos la música autobiográfica para manejar los trastornos del comportamiento asociados a la enfermedad de Alzheimer y otras demencias.

Las personas con la enfermedad de Alzheimer pueden emplear la música para activar el recuerdo de eventos importantes vividos en su vida. Con frecuencia estos recuerdos de vivencias y sensaciones podrían parecer que ya hubieran desaparecido de estas personas, pero no es así. El sonido de la música ha sido parte de nuestras vidas durante miles de años y ha estimulado diversas emociones dentro de nosotros. La música puede reactualizarlas y volver a traerlas con suavidad a su consciencia. La música altera nuestra respiración y ritmo de la tensión arterial, la saturación de oxígeno, la temperatura e incluso la resistencia al dolor. Pero sus efectos en las ondas cerebrales producen cambios en el tono muscular, la secreción hormonal, ayuda a la regeneración, además, puede proporcionar a nuestros pacientes mucha calidad de vida en el aspecto emocional.

La musicoterapia es una terapia no farmacológica que consiste en el uso de la música y/o de sus elementos musicales (sonido, ritmo, melodía y armonía) con el paciente, para reducir o retrasar el deterioro cognitivo, fomentar la autonomía, mejorar el estado anímico y potenciar la autoestima, minimizar la presencia y/o frecuencia de los trastornos conductuales y potenciar las relaciones sociales, con el fin de lograr cambios y satisfacer necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas.

Los últimos avances neurocientíficos confirman que las áreas cerebrales encargadas de la memoria musical y la capacidad de sentir emociones son las últimas en atrofiarse en el cerebro herido por las demencias. No hay que olvidar que donde hay sonido hay vida.

Miriam Rafaela Pérez González. Psicóloga Sociosanitaria