Hace unas semanas que me trasladé a vivir a la Residencia Novo Sancti Petri. En realidad mi vida aquí en el Novo ha mejorado mucho, pues antes los días eran aburridos a pesar de que tengo una familia estupenda que me han cuidado mucho; en particular dos hijas, Nieves y Natalia. Pero aquí tengo el día compartido en muchas ocupaciones y tengo la suerte de que las monitoras que me llevan son todas estupendas y yo les he cogido mucho cariño a todo el personal.  Como es natural trato a unas más que a otras pero no tengo pelusa por ninguna.

El miércoles de esta semana me han cambiado de habitación y he pasado a dormir con una señora que se llama María. Estoy contenta porque la señora es muy buena y educada; aunque estoy acostumbrada a dormir sola y echo de menos la tele porque me siento cohibida y me da apuro por si le molesta pero por lo demás estoy muy contenta. Yo creo que con los días me acostumbraré y estaré mejor aún.

Lo único que le pido a Dios es seguir así de bien y darle las gracias cada día por haber llegado a este lugar tan bonito.