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EXPERIENCIAS PERSONALES

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Pedro y Paqui, un amor de toda la vida

De la cuna al altar

Esta vez, os contaremos la historia tan peculiar de uno de los  matrimonios estrella de nuestro centro “Vitalia bahía”. Ellos son Pedro y Paqui, alumnos aventajados de la terapia ocupacional y de la animación que en el centro se desarrolla. Se trata de una pareja muy divertida, con caracteres peculiares y cariñosos que se preocupan mucho de sus compañeros y del personal del centro. Muy felices y tan unidos como el primer día, estos tortolitos nos cuentan su historia.

Paqui y Pedro nacieron en Cádiz en 1933 él y 1935 ella. Curiosamente nacieron en la misma ciudad, Cádiz, en la misma calle, y en el mismo patio de vecinos, llamado “Casa del Caracol”. Sus madres eran íntimas amigas de años atrás y siempre estaban juntas ya que vivían una al lado de la otra.

Paqui nos cuenta que, cuando su hermano mayor nació, su madre confeccionó unas prendas de bautismo con las que se bautizó. Más tarde, al nacer Pedro, la madre de Paqui le prestó la ropa de bautismo de su hijo. Por ultimo, cuando nació Paqui, ésta se bautizó con la misma ropa que su hermano y Pedro habían utilizado. Una bonita coincidencia desde la cuna.

A medida que iban creciendo, su relación se iba estrechando hasta empezar una bonita relación en pareja a los 14 años, llena de amor y  anécdotas muy divertidas. Una de ellas, nos cuenta Pedro que, en aquellos años y con la falta de alimentación y de dinero sólo podían hacer una cosa, en su caso era ir al cine o comerse un helado, la pareja siempre elegían la segunda opción.

Estando solteros, fueron muy afortunados al ser ganadores de un piso del sindicato y tuvieron 6 meses para casarse. El enlace en fue unas vísperas de reyes, el 5 de enero de 1958. Un gran regalo que los reyes les trajeron.

Una pareja feliz y muy compenetrada con mucho amor y respeto, nos cuenta Paqui.

Un dato muy curioso y bonito es que el vestido de novia de Paqui sirvió para vestir a la virgen de Gracia y Esperanza en la inauguración de la iglesia de San Severiano.

Actualmente llevan 59 años de matrimonio y siguen tan unidos como siempre, irradiando amor y amabilidad, de hecho es muy difícil encontrarlos por separado en nuestro día a día en el centro. En definitiva, un matrimonio muy especial y querido por todos y cada uno de los residentes y trabajadores de nuestro centro desde hace 3 años y medio.

 

 

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